PERIODISMO ESTUDIANTIL UAO

Cerebros fugados de regreso
Ana María Ramírez
Los tiempos en el país están mejorando, haciendo posible el regreso de aquellos compatriotas talentosos, que migraron en el pasado. Muchos de los profesionales han salido del país, buscando adquirir más conocimientos, el problema es que algunos no regresan, debido a la poca oferta laboral.
Estas migraciones tienen antecedentes desde el auge de la industria petrolera en Venezuela en 1936, y luego le siguieron oleadas migratorias hacia Estados Unidos y España, entre 1960 y 2005; también causadas por el conflicto armado y la violencia de los últimos años. Pero esto podría cambiar debido a un proyecto del gobierno y la academia, que a finales del año pasado pusieron en marcha el denominado Plan de Impacto e Intercambio de Conocimiento. El cual es una hoja de ruta para el retorno al país de profesionales altamente calificados.
Ellos hicieron una encuesta a algunos colombianos con grandes capacidades intelectuales, que residen y trabajan en Estados Unidos y Europa y más del 50% están de acuerdo con regresar al país, para reencontrarse con sus raíces, solo faltan incentivos que según el gobierno va a comenzar a elaborar.
En conclusión, un país como Colombia, que se encuentra en vía de desarrollo, con una economía próspera y una riqueza cultural y natural inmensa, no puede permitir que su talento humano se “fugue”, perdiendo oportunidades de crecimiento, afortunadamente todo esto está por cambiar.
Ni tuyo ni mío. ¿Falta de organización o desconocimiento?
Ana María Ramírez
La falta de organización combinada con el desconocimiento, son obstáculos para el desarrollo de cualquier ciudad.
Un claro ejemplo de lo anterior es Cali, una ciudad ubicada en el sur occidente colombiano, en la cual hace 5 años, entro en funcionamiento un nuevo sistema de transporte, el Masivo Integrado de Occidente (Mio), a cargo de la empresa Metrocali S.A. Cuyos propósitos están encaminados ayudar al desarrollo, al orden y a agilizar la llegada de las personas a sus diferentes destinos.
Pero a lo largo de este tiempo ha tenido ciertos problemas de organización, que afectan el servicio que prestan a los ciudadanos caleños, todas sus rutas. Además los usuarios desconocen algunos aspectos del funcionamiento, por la falta de comunicación y difusión que hacen sus administradores.
Podemos mencionar el desorden en las estaciones y paradas, el constante cambio de rutas, como sucedió hace unas semanas entre las rutas A11 y A14, la primera cubría las universidades del sur incluyendo la Universidad Autónoma de Occidente y la segunda se encargaba de la Javeriana, la Icesi y la San Buenaventura. Después de la Semana Santa, decidieron que la A14 no parara en la Javeriana, provocando una sobrecarga de pasajeros en la ruta A11.
Metrocali no dio ninguna explicación de porqué hacían este cambio. Y supuestamente el MIO, es de todos los Caleños es decir, es nuestro.
No obstante el desconocimiento de algunos usuarios de la existencia de los buses alimentadores verdes, los cuales se pueden abordar afuera de la estación universidades y también cubren rutas al sur de la ciudad, incluyendo las universidades ya mencionadas, han provocado en las horas picos (7am, 5 a 7 pm) una congestión aún mayor en esta estación.
A esto se le suma que no cuenta con las normas de seguridad requeridas para la movilización de personas con discapacidad, como lo afirma Andrés Higuita Salgado, activista de derechos de población con discapacidad, cuando describe algunas de las condiciones que se presentan y que no favorecen para nada la movilidad de los discapacitados y que pueden poner en peligro a otros usuarios, por ejemplo: niños y adultos mayores. “entre el piso de las estaciones y el piso de los buses, el espacio es muy ancho y por ahí caen pies y ruedas delanteras de las sillas; la banda que debe unir ambos pisos está deteriorada e igualmente no tiene capacidad portante – no resiste el peso del usuario y no hace puente entre los dos pisos.”
Higuita añade que en algunos buses ya no funciona la grabación que indica a las personas invidentes y de la tercera edad, la parada que sigue. Cosa que puede causar que ellos se pierdan y no lleguen a sus destinos.
También están los largos trayectos que caminan algunos usuarios del sur de la ciudad, como por ejemplo el barrio Plan Parcial Las Vegas de Comfandi, donde sus habitantes viven diariamente diferentes molestias, tal como lo público el pasado martes 19 de abril, el periódico el País que divulgo, la distancia de 1.500 metros que deben recorrer, desde sus casas al paradero de la ruta alimentadora más cercana.
A todos estos problemas de organización y de infraestructura, le agregamos que hacen falta buses para completar la flota de 355 que espera llegar a 400, para tener un mayor cubrimiento de la ciudad, según Metrocali. Sin mencionar que algunos de los ya existentes se encuentran en mal estado.
Todo lo expresado anteriormente muestra la falta de organización del Masivo Integrado de Occidente (Mio), que aunque ya cuenta con reguladores como: tiempo de llegada y personal que ayuda en algunas estaciones. Sigue teniendo diversos problemas algunos ya mencionados y otros como los largos intervalos entre los buses, que en algunas ocasiones pueden llegar a ser hasta de 2 horas.
Metrocali para justificar la problemática que atraviesa el sistema de transporte masivo, ha dicho en repetidas ocasiones, que la integración de un nuevo sistema de transporte lleva años de adaptabilidad entre la población, y más en Cali, una ciudad con casi 70 años haciendo uso de un transporte viejo, conformado por buses urbanos, que están próximos a ser reemplazados por el Mio.
Solo queda decir que si el Mio fuera nuestro como alardea la administración municipal, tendríamos un mejor servicio y mayor conocimiento sobre su funcionamiento, y la manera como nos puede beneficiar. Es por esto que el Mio no es ni tuyo ni mío.

El Petronio, cultura e identidad del Pacífico Colombiano
Ana María Ramírez
El festival Petronio Álvarez, llamado así en honor al maestro oriundo de Buenaventura, Pedro Álvarez. Es un festival que se realiza desde el 9 de agosto de 1997, todos los años en la ciudad de Cali en el suroccidente de Colombia. Donde se reúnen las agrupaciones del pacifico colombiano para concursar en las diferentes categorías: violines caucanos, chirimía, marimba y versión libre.
Este año se vivió con gran intensidad desde el 11 hasta el 17 de Agosto, en la denominada Ciudadela Petronio, ubicada en las canchas Panamericanas. Donde aparte de música, se pudo degustar deliciosos platos típicos como las empanadas de camarón, el tollo, el patacón con pescado, entre otros pertenecientes a la región Pacifica. Además sus famosas bebidas afrodisiacas como el arrechón, el tumba catre, el viche etc.
No se pueden dejar a tras los trajes típicos, de colores fuertes como el rojo, verde naranja, con figuras triviales. Acompañados de los turbantes y peinados entrenzados característicos de la raza afro, que embellecieron las tardes caleñas y agradaron la vista de propios y visitantes de todos los rincones de Colombia y del mundo.
Ya con 17 años de existencia, el Petronio ha logrado que nos reencontremos con nuestras raíces e identifiquemos toda la riqueza cultural que hay en nuestro país y en especial en la región Pacifica.
El sentimiento patriótico y el orgullo se vieron a flor de piel durante los 7 días que duro el festival, todos éramos Pacifico y así se sentía al entrar en la ciudadela y ver como personas de todas las razas en especial la afro llevaban puesto sus vestimentas, y danzaban al ritmo de kilele.
En conclusión el Petronio es un festival que se comenzó a reconocer a nivel mundial. El cual muestra la cara bonita de Colombia, como dice la agrupación de musica Choquibtwon: “Colombia es más que coca, marihuana y café”, es un país con una riqueza cultural, de fauna y flora enorme. Con gente que vale mucho, que tienen ganas de salir adelante, de innovar, de cambiar el mundo con una sonrisa, que no quiere más guerra, solo vivir y disfrutar la vida en paz.
