PERIODISMO ESTUDIANTIL UAO

Amor hacia el Diablo

Juliana Villafañe

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A las afueras de Cali, vivía un brujo llamado Roberto. Era un hombre alto y delgado, su piel era morena y arrugada, tenía unos ojos claros y saltones, su barba era negra y le llegaba hasta el pecho, su cuerpo estaba lleno de cicatrices, debido a los perversos rituales satánicos a los que se sometió durante toda su vida. Roberto podía leer las cartas, levitar, desparecerse y aparecerse, podía provocarle enfermedades físicas y psicológicas a la gente, por medio de maldiciones.

 

Roberto entregó su vida entera a la brujería, incluso, le vendió su alma al diablo e hizo un pacto con él. Roberto siempre consiguió lo que quiso, debido a ese compromiso que tuvo con aquel demonio. Pero, ya era hora de que Roberto le devolviera todos los favores que el diablo le había hecho.

 

La última vez que Roberto vio el sol, fue el día en el que decidió morir ardiendo en llamas en honor a su Dios maligno. La tragedia sucedió cuando se estaba bañando con gasolina en el patio de su casa y, un inesperado impulso lo conllevo a prender un fosforo y ponérselo en la cabeza. Así de esa vil forma, Roberto se despidió de la vida y descendió a los infiernos con su amado diablo.